La plataforma es propiedad de Fundación Telefamilia, por tanto, no busca un fin de lucro. Esto permite destinar el 50% de los ingresos a remunerar directamente a los productores en función de unas fórmulas que priman a las producciones que más visitan reciban. El 50% restante se destinará a cubrir gastos, a la promoción del servicio y a la producción de nuevas obras, ya sean largometrajes, documentales o vídeos formativos.
Por tanto, la plataforma no solo ofrece un escaparate en el que exhibir las obras ya producidas, sino que aspira a crear una red de producción internacional de contenido católico y con valores.